Cristina Romera, investigadora del programa ComFuturo de la FGCSIC, acaba de hacerse con el premio International Rising Talent del programa L’Oréal-UNESCO For Women in Science. Su trabajo, desarrollado en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, estudia nuevas formas de degradación del plástico marino.
Licenciada en Química por la Universidad de Jaén, la investigadora Cristina Romera realizó su doctorado en Ciencias del Mar en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, en Barcelona. La tesis estuvo centrada en el estudio de la materia orgánica en el océano y su interacción con los microorganismos marinos.
Durante el doctorado, la investigadora hizo dos estancias internacionales. Primero en el Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI), en Massachusetts, y más tarde en el Alfred Wegener Institute, en la ciudad alemana de Bremenhaven. Ha participado además en seis campañas oceanográficas que la han llevado del Mediterráneo a los océanos Atlántico, Pacífico y Ártico.
En 2012 comenzó su etapa postdoctoral. Fue en la Florida International University donde surge la idea que mueve su proyecto actual, gracias al cual pasó a formar parte del programa ComFuturo de Fundación General CSIC en septiembre de 2018. Antes, en 2017, tras un postdoctorado en la Universidad de Viena volvió al Instituto de Ciencias del Mar, donde hoy está desarrollando su investigación.
“Soy una persona muy curiosa. Desde pequeña he querido entender cómo funciona el mundo. Esa es mi mayor motivación además de saber que estoy haciendo algo por el medioambiente”, explica Cristina Romera, a quien también pudimos ver en la COP-25 de Madrid. Aficionada al dibujo y a la lectura, además de artículos científicos, la investigadora se ha lanzado a escribir relatos de ficción.
La investigación
Su proyecto tiene como objetivo estudiar las condiciones medioambientales que favorecen la migración de compuestos orgánicos de los microplásticos al mar. También conocer sus efectos en los microorganismos marinos, como bacterias y fitoplancton. “Es relevante para entender las consecuencias que la contaminación por plástico tiene en el ciclo de carbono, ya que este ciclo afecta al clima”, señala la investigadora.
“Buscamos qué bacterias degradan el carbono orgánico disuelto liberado por el plástico. Los resultados contribuirían a abrir una vía alternativa a la biodegradación de este material en el océano y a la gestión residuos. Por otro lado, ayudaría a las empresas productoras de plástico a elegir sus materiales para provocar un menor impacto medioambiental”, detalla Cristina Romera.
Premio ‘Young Investigator Award 2017’ de la Universidad de Viena, recientemente Cristina Romera fue galardonada con el ‘International Rising Talent’ concedido por el programa L’Oréal-UNESCO For Women in Science, lo que la convierte en una de las 15 jóvenes investigadoras más prometedoras del mundo.