Desde 1993, el Día Mundial del Agua se celebra cada año el 22 de marzo.
Éste es un día establecido por las Naciones Unidas para destacar la importancia del agua dulce. Las labores de coordinación corresponden a ONU-Agua, mientras que uno o varios Miembros y asociados de ONU-Agua con un mandato relacionado asumen la función rectora.
Con el Día Mundial del Agua se rinde homenaje a ese recurso y se conciencia sobre los 2 200 millones de personas que carecen de acceso al agua potable. Además, propicia la adopción de medidas para afrontar la crisis mundial del agua. Uno de los objetivos principales del Día Mundial del Agua consiste en respaldar la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6: agua y saneamiento para todos de aquí a 2030.
Cada año ONU-Agua determina un tema distinto. En 2021, el tema es “Valoremos el agua”. El tema del Día Mundial del Agua 2021 es “Valoremos el agua”. A raíz del desarrollo económico y del incremento de la población mundial, la agricultura y la industria necesitan cada vez más agua, y para satisfacer la demanda de electricidad, aumenta la utilización de fuentes de energía que hacen uso de grandes volúmenes de agua. El cambio climático, por su parte, hace que los patrones de disponibilidad de agua sean más irregulares y agudiza la contaminación.
Las sociedades tratan de conciliar las distintas exigencias en materia de recursos hídricos, pero en ese proceso no se tienen en cuenta los intereses de muchas personas. La forma en que valoremos el agua determinará la forma en que se gestione y se reparta. El agua vale mucho más que el precio que pagamos por ella: el agua tiene un valor incalculable y sumamente complejo para nuestros hogares, nuestra cultura, nuestra salud, nuestra educación y nuestra economía, así como también para la integridad de nuestro entorno natural.
La Química juega un papel fundamental en el cuidado del agua desde sus procesos de potabilización como a los de su tratamiento, una vez ha sido utilizada, tanto en su ámbito urbano como industrial y se están logrando importantes avances para reducir su consumo, aumentar su reutilización y asegurar su regreso seguro a la naturaleza.
Valoremos los servicios relacionados con el agua: agua potable, saneamiento y servicios de salud
El agua desempeña una función esencial en los hogares, las escuelas, los lugares de trabajo y los centros de salud. Además, los servicios relacionados con el agua, el saneamiento y la higiene —también conocidos como WASH por sus siglas en inglés— aportan un valor añadido porque protegen nuestra salud, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19.
Los servicios relacionados con el agua, el saneamiento y la higiene suelen estar subvencionados, incluso en los países de ingresos altos. Sin embargo, las subvenciones no focalizadas pueden beneficiar a las personas que ya disponen de conexiones a la red de suministro de agua en lugar de mejorar la situación de las comunidades pobres y mal abastecidas.
Valoremos el agua como insumo para la producción y la actividad socioeconómica: alimentación y agricultura, energía e industria, empresas y empleo
La agricultura es el sector cuya demanda de recursos mundiales de agua dulce es más importante, y además es uno de los principales causantes de la degradación del medioambiente.
Aunque el agua es fundamental para la seguridad alimentaria, el valor que se le otorga en el contexto de la producción de alimentos suele ser bajo cuando este recurso se evalúa exclusivamente desde una perspectiva económica en la que solo se tiene en cuenta el valor generado con respecto al agua utilizada.
Con frecuencia, al fijar el costo del agua no se toman en consideración muchos de los beneficios más amplios que se derivan de ese recurso, como la mejora de la nutrición, la generación de ingresos, la adaptación al cambio climático y reducción de las migraciones.
Para el sector de la energía, la industria y las empresas, las amenazas vinculadas al agua, como la escasez de agua, las inundaciones y el cambio climático, pueden multiplicar los costos y perturbar las cadenas de suministro. Una gestión deficiente del agua por parte de las empresas puede dañar los ecosistemas, socavar la reputación empresarial y afectar a las ventas.
Tradicionalmente, el sector de la energía, la industria y las empresas ha valorado el agua en función del volumen utilizado, más los costos de tratamiento y eliminaciónde las aguas residuales. Cada vez más organizaciones adoptan enfoques de planificación basados en la gestión integrada de los recursos hídricos para potenciar su sostenibilidad.