Tras la adhesión de Repsol al pacto por la Economía Circular en octubre de 2017, impulsado desde los Ministerios de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente; y de Economía, Industria y Competitividad, el negocio químico de Repsol ha firmado un compromiso voluntario para incrementar la circularidad y la eficiencia de recursos. Este compromiso se alcanza a través de la adhesión de Repsol al Compromiso Voluntario “Plastics 2030”, que PlasticsEurope presentó tras la publicación por la Comisión Europea, el pasado 16 de enero, de su “Estrategia sobre los plásticos”.
Anticipándose a las demandas de la Sociedad y con el fin de poder ofrecer a sus clientes productos diferenciados, Repsol hace ya algunos años que apuesta por la innovación para incrementar la circularidad y la eficiencia de los materiales plásticos que desarrolla, objetivos ambos del mencionado compromiso voluntario.
Algunos ejemplos de los proyectos que Repsol está desarrollando en la actualidad en este sentido son:
- Reciclex: enfocado hacia la comercialización de poliolefinas que incorporan un porcentaje de producto reciclado. Este proyecto implica acuerdos con distintos miembros de la cadena de valor para garantizar el suministro de materiales homogéneos.
- Naturep: con el objetivo de ir más allá de los requisitos legales y buscar la eliminación de los aditivos con límite de migración en sus poliolefinas, para salvaguardar la seguridad para las personas y el medio ambiente en todas las aplicaciones y así eliminar barreras al reciclaje.
- Neospol: busca nuevos productos que utilizan materias primas alternativas como el CO2.
- Zero: enfocado en el reciclaje químico de corrientes de residuos plásticos que de otra manera acabarían en los vertederos, por no poder ser reciclados de la manera tradicional, obteniendo con ello una materia prima alternativa que se reintroduce en el ciclo de producción de plásticos.
- BIO: se trata de poliolefinas biodegradables de origen fósil que buscan dar solución a determinadas aplicaciones en las que los plásticos tienen más difícil reciclado y terminarían en vertederos o en el entorno, por ejemplo, en la agricultura.
Así mismo, Repsol ya hace tiempo que se adhirió al denominado Operation Clean Sweep (OCS), un programa internacional de la industria dirigido a eliminar la pérdida de “granza”, gránulos de materiales plásticos, en sus centros industriales, almacenes y transportes que pueden terminar en el entorno.