- La producción de bioplásticos a nivel mundial se triplicará en los próximos cinco años hasta alcanzar los 6,3 millones de toneladas, frente a los 2,2 millones del año pasado, según ha asegurado European Bioplastics en el Seminario de Biopolímeros y Composites Sostenibles de AIMPLAS.
- Unas 200 personas han asistido hoy a este seminario en el que se ha debatido sobre los retos y oportunidades a los que tiene que hacer frente esta industria y se han presentado las principales innovaciones y casos de éxito del sector.
AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, inauguró el 1 de marzo la octava edición de su Seminario Internacional de Biopolímeros y Composites Sostenibles en la que una veintena de ponentes debatieron sobre los retos y oportunidades a los que se enfrenta la industria de los bioplásticos y presentando sus innovaciones y casos de éxito.
Actualmente, la producción mundial de bioplásticos es de 2,2 millones de toneladas pero tal y como ha asegurado Constance Ißrüker, de European Bioplastics, las previsiones pasan por triplicar este dato y alcanzar los 6,3 millones de toneladas en 2027. Las aplicaciones que más crecimiento se espera que registren son las relacionadas con la agricultura, que pasarán de representar un porcentaje del 4% al 5% de la producción total.
Por su parte, Theodora Nikolakopoulou, de la Comisión Europea, destacó la preocupación de Europa por la protección de los suelos agrícolas y explicó que a partir de julio de 2026 será obligatorio que todos los fertilizantes de acción controlada que se comercialicen en Europa sean biodegradables. En este sentido, Elena Domínguez, investigadora de Agricultura en AIMPLAS y coordinadora técnica del seminario,explicó cómo el centro tecnológico está asesorando a la Comisión Europea sobre los criterios deberían cumplir este tipo de aplicaciones para garantizar su condición de biodegradables.
Jordi Simón, de Asobiocom, incidió en las aplicaciones compostables y destacó la importancia de restringir su uso a aquellas en las que los bioplásticos aporten valor, mantengan la funcionalidad de los productos y añadan ventajas relacionadas con el fin de vida de estos productos mejorando su sostenibilidad y reduciendo el impacto en el medio ambiente.
El segundo bloque, dedicado a la normalización y certificación, estuvo moderado por Johana Andrade, investigadora del laboratorio de Biodegradabilidad y Compostaje de AIMPLAS y coordinadora técnica del Seminario. Andrade puso en valor la importancia de estas a la hora de comunicar las ventajas de los bioplásticos para asegurar su correcto uso y garantizar una correcta gestión en su fin de vida de forma que se obtengan los beneficios medioambientales esperados. En esta mesa también se han comunicado los resultados positivos de los plásticos compostables en casos reales de compostaje en plantas industriales en las que se ha comprobado su completa biodegradación y la obtención de compost de calidad con una reducción de los residuos impropios en el mismo.
Innovaciones y casos de éxito
Empresas de toda la cadena de valor están mostrando en este seminario sus innovaciones en materiales y productos. En este sentido se ha podido conocer de primera mano desde aditivos que facilitan la procesabilidad o compatibilización de los biopolímeros hasta botellas de agua fabricadas a partir de PLA reciclado con las mismas propiedades y calidad que el material virgen, incluso artefactos pirotécnicos para espectáculos aéreos fabricados con bioplástico mediante extrusión- soplado y toda una gama de envases, cierres y botellas compostables procesables mediante maquinaria convencional y con las mismas propiedades que los plásticos tradicionales.
AIMPLAS también presentó los resultados de algunos de sus proyectos para la industria del packaging como envases barrera biodegradables a partir de desechos alimentarios, film plástico obtenido a partir de residuos de café, envases activos a partir de residuos de la industria quesera para alargar la vida útil del queso y cartuchos para la impresión 3D de alimentos. Para el sector agrícola se presentaron pinturas de origen natural para el control de las plagas de cotonet en el campo y espumas para cultivos hidropónicos a partir de los residuos de las plumas de la industria avícola así como un producto compostable símil cartón a partir de los restos de la poda y el prensado del cultivo de la vid.
La segunda jornada fue el turno de los casos de éxito con una sesión dedicada al impacto ambiental de los bioplásticos en ambientes abiertos desde la perspectiva de los suelos agrícolas y el medio marino que puso el punto final al seminario.