Nuevo compuesto semiconductor con propiedades antimicrobianas
La Universitat Jaume I de Castelló y la Universidade Federal de São Carlos en Brasil han desarrollado un procedimiento para obtener un compuesto semiconductor de metal-carbono que presenta excelentes propiedades antimicrobianas, estabilidad y baja citotoxicidad, lo que facilita su uso como aditivo o recubrimiento antimicrobiano en sectores como la automoción, la construcción o la equipación de instalaciones, sensores o catalizadores, entre otros.
La búsqueda de soluciones antimicrobianas eficaces para hacer frente a la contaminación de materiales por varios microorganismos presenta algunos retos, como la creciente resistencia a los antimicrobianos tradicionales, la rápida propagación de agentes infecciosos y la constante adaptación de los microorganismos. En este contexto, las innovaciones en materiales antimicrobianos cobran protagonismo al contribuir a estrategias eficaces de prevención y control de las enfermedades infecciosas emergentes.
El nuevo material compuesto obtenido presenta destacadas ventajas frente a otros materiales ya empleados como una excelente estabilidad; baja citotoxicidad (daño a otros materiales); efecto antimicrobiano sin necesidad de activarlo; o la aplicación versátil como agente y aditivo antimicrobiano en diferentes superficies y bases poliméricas. «Se ha ideado un proceso más eficaz que los orgánicos para oxidar (quemar) hongos y bacterias; en realidad se generan dos compuestos altamente antioxidantes que destruyen las bacterias», explican los investigadores.
El procedimiento utilizado en la preparación del material compuesto, validado a escala experimental en el entorno del laboratorio, se realiza en condiciones de síntesis suaves (temperatura y tiempos bajos) y durante su ejecución no se generan residuos sintéticos secundarios. Las dos universidades buscan su desarrollo y adaptación en aplicaciones concretas mediante acuerdos específicos y posteriores acuerdos de licencia con el sector empresarial.
El proyecto ha sido desarrollado por el investigador Marcelo de Assis de la universidad pública de Castellón y Lara Kelly Ribeiro, Bruna Fragelli de Lima, Joice Margarete Almeida, Rodolpho Igor Mesquita, Mariana Ottaiano Gonçalves, Cristina Paiva de Sousa y Fernanda Freitas de la Universidade Federal de São Carlos en Brasil.
Desde hace una treintena de años, la colaboración entre el Laboratorio de Química Teórica y Computacional de la UJI, dirigido por el profesor Juan Andrés Bort, y el Centro de Desarrollo de Materiales Funcionales de la UFSCar, dirigido por el profesor Elson Longo, ha permitido obtener nuevos materiales y tecnologías, con la asociación de métodos teóricos y experimentales, donde se controlan las propiedades de los materiales en función de la densidad de defectos, lo que redunda en un mejor rendimiento y funcionalidad. El personal investigador de estas dos estructuras científicas ha publicado más de un centenar de artículos sobre semiconductores en las revistas más prestigiosas de química, física, ciencia de materiales y nanotecnología.
Los proyectos de investigación que han dado como resultado la presentación de este nuevo compuesto han sido financiados por entidades españolas y brasileñas: Ministerio de Ciencia e Innovación (PID2022–141089NB-I00); Generalitat Valenciana a través de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital (CIAICO/2021/122); Ministerio de Universidades, a través del contrato postdoctoral Margarita Salas (UP2021-02), la Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo (FAPESP) y el Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq).
La Universitat Jaume I, a través de la Oficina de Cooperación y Desarrollo Tecnológico y el Vicerrectorado de Transferencia, Innovación y Divulgación Científica, facilitan la transferencia científica y tecnológica de su personal investigador con el propósito de avanzar en su vocación de transmisión y difusión del conocimiento científico, técnico, social y humanístico.
El CDMF es uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CIDD) secundados por la Fundación de Investigación del Estado de São Paulo (FAPESP) y también recibe inversiones del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Materiales en Nanotecnología (INCTMN).