El calentamiento global es un problema cada vez más preocupante. Aunque el efecto invernadero es un proceso necesario para mantener las condiciones de vida en la Tierra, nuestras sociedades actuales están aumentando la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera e incrementando su temperatura al retener más calor del necesario. La naturaleza intenta contrarrestar esa situación: las plantas son capaces de capturar la energía de la luz del sol y convertir el CO2 en energía química y materia orgánica.
Inspirados por este proceso natural, el Grupo de Química Supramolecular y Sostenible del Departamento de Química Inorgánica y Orgánica de la Universitat Jaume I de Castellón ha desarrollado un catalizador que puede transformar el CO2 en productos químicos de alto valor añadido, especialmente carbonatos cíclicos. La tecnología, validada a nivel experimental en el entorno de laboratorio, busca el desarrollo y adaptación en aplicaciones concretas mediante acuerdos específicos y licencias con empresas.
Esta invención, enmarcada en el campo de la química sintética y también la medioambiental, sería aplicable en industrias que generan corrientes residuales con alto contenido en dióxido de carbono (CO2) y en industrias del sector de la química fina o farmacéutica que utilizan carbonatos cíclicos quirales como intermedios. El nuevo sistema catalítico seudopeptídico permite la obtención de carbonatos cíclicos a partir de CO2 diluido en condiciones suaves de presión y temperatura y de una manera enantioselectiva.
Así, este catalizador puede contribuir al desarrollo de una economía circular y sostenible, en la que un deshecho o residuo de una industria se convierte en la materia prima de otra. La tecnología permite obtener productos de alto valor añadido como los carbonatos cíclicos que son productos químicos industriales importantes que tienen diversas aplicaciones: disolventes ecológicos, baterías de iones de litio, pinturas y revestimientos, resinas, precursores de materiales poliméricos y procesado de polímeros en química fina.
Entre sus ventajas técnicas destaca el hecho de que estos catalizadores bimetálicos quirales no necesitan la presencia de un co-catalizador, son capaces de actuar en condiciones suaves de presión y temperatura y pueden ser biodegradables gracias a su estructura seudopeptídica. Estas características permiten el ahorro de costes, reducen los residuos generados en la catálisis, reaprovechan la energía residual (economía circular) y la obtención de productos quirales de alto valor añadido.
La Universitat Jaume I, a través de la Oficina de Cooperación y Desarrollo Tecnológico y el Vicerrectorado de Transferencia, Innovación y Divulgación Científica, facilita la transferencia científica y tecnológica de su personal investigador con el propósito de avanzar en su vocación de transmisión y difusión del conocimiento científico, técnico, social y humanístico.
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