La Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT) ha presentado su Informe Público 2019, el documento que recoge los datos, indicadores y parámetros del sector petroquímico correspondientes al ejercicio, y que lo ratifican como el principal motor económico del territorio, con una producción que creció un 1,06% respecto al año anterior, para situarse en los 19,5 millones de toneladas.
La industria petroquímica generó durante el 2019 más de la mitad de las exportaciones de la demarcación de Tarragona (51,7%) y casi dos tercios (65,7%) de los movimientos del Port de Tarragona. En cuanto al empleo, los puestos de trabajo generados se mantienen por encima de los 10.500 entre directos e indirectos, y los inducidos superan los 31.000.
El Informe Público 2019 recoge también indicadores del sector en ámbitos como la seguridad o el medio ambiente. Destaca, en este sentido, que el uso de agua regenerada por parte de las empresas de la AEQT se situó en el año 2019 en un 15% respecto al total de agua consumida, un máximo histórico que, sin embargo, tiene perspectivas de seguir creciendo en los próximos años.
De hecho, la apuesta del sector químico por la economía circular a través del uso de agua regenerada, con la construcción de una nueva planta depuradora, es una de las iniciativas que se detallan en el informe. El proyecto de esta planta terminó de definirse a lo largo del 2019. La construcción ya ha sido adjudicada este 2020, y se contempla que pueda estar en funcionamiento a finales de 2021.
Pero la intención del sector no acaba ahí. El plan es que una vez esté en funcionamiento la nueva depuradora, iniciar el proyecto para poner en servicio una nueva planta de regeneración que permita poder volver a utilizar esta agua para uso industrial. De modo que la industria química no estará regenerando y reutilizando sólo aguas residuales urbanas, como ya hace desde 2012, sino que comenzará a reaprovechar también sus propias aguas residuales industriales. El objetivo fijado por la industria pasa por aumentar el volumen de agua reutilizada del 15% actual hasta un mínimo del 25% en el año 2025.
En el Informe Público también se detalla la apuesta de la industria por la seguridad con proyectos como la nueva planta de formación en factor humano. Este proyecto permitirá ofrecer formación al personal de operación de las empresas asociadas a la AEQT en la planta piloto ubicada en el Parc Químic de Seguretat Nord.
El proyecto utiliza técnicas de prevención del error humano basadas en observar la conducta del individuo y el análisis posterior de los errores cometidos, las razones por las que se ha producido y las formas en las que se habría podido prevenir o evitar. La planificación contempla comenzar las formaciones en factor humano a principios del año 2021.
En la misma línea, el informe repasa los principales proyectos y asuntos tratados por cada una de las ocho comisiones de trabajo en que se estructura la AEQT: medio ambiente, seguridad, energía, sociolaboral, territorio, empresas de servicios, actividades logísticas y portuarias, y comunicación. Además, el informe incluye una memoria con un repaso a la actividad institucional de la asociación durante el ejercicio, y dedica un apartado específico a los convenios y business partners de la asociación.
Rubén Folgado: «Un presente lleno de retos»
El presidente de la AEQT, Rubén Folgado, dirige en las primeras páginas del informe una carta en la que destaca los muchos retos a los que se enfrenta el sector químico en el tiempo presente: a los que ya había que hacer frente cuando accedió a la presidencia de la asociación en noviembre de 2019 se les han añadido nuevos como consecuencia de los acontecimientos que han tenido lugar en lo que llevamos de 2020 y que han modificado la realidad de manera drástica.
En primer lugar, el grave accidente que tuvo lugar en una de las empresas asociadas en el mes de enero. La AEQT, como representante del sector, ha reforzado su apuesta por la transparencia y el diálogo, para transmitir a la sociedad el compromiso firme e innegociable del sector químico con la seguridad y la protección del entorno.
En segundo lugar, la pandemia del Covid-19, a la que la industria química y las personas que la forman han respondido con compromiso y solidaridad, para garantizar a la sociedad el suministro de productos esenciales en unos momentos tan críticos.
Folgado destaca que, una vez más, el sector ha demostrado que es «experto en adaptarse y ser resiliente en la adversidad» y, de cara a los citados retos a los que se enfrenta, está convencido de que «con la ayuda de todas las empresas y de la sociedad, lo volverá a ser y acabaremos teniendo como resultado una industria química y un Camp de Tarragona aún más fuertes».