La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, FECYT, ha participado en un estudio internacional, desarrollado por 241 investigadores, que ha examinado las actitudes de la población hacia la ciencia en 68 países. El equipo que ha elaborado este estudio está compuesto por un consorcio de 169 instituciones, incluida FECYT, y ha estado dirigido por la Dra. Viktoria Cologna (de la Universidad de Harvard, ETH Zúrich) y el Dr. Niels G. Mede (de Universidad de Zúrich).
A pesar de las repetidas afirmaciones de que existe una crisis de confianza en la ciencia, los resultados, publicados esta semana en Nature Human Behaviour, muestran que, en la mayor parte de los países, una mayoría de gente tiene niveles relativamente altos de confianza en los científicos. Además, la mayoría de los encuestados cree que los científicos deberían participar más en la sociedad y en la formulación de políticas.
“Nuestros resultados muestran que la mayoría de la gente en la mayoría de los países confía relativamente mucho en los científicos», afirma Viktoria Cologna, principal responsable del estudio, “y quiere que desempeñen un papel activo en la sociedad y en la formulación de políticas”.
Este estudio es el resultado del estudio TISP Many Labs, un esfuerzo de colaboración internacional que permitió a los autores encuestar a 71.922 personas en 68 países, incluidos países de África, Medio Oriente o América Latina, habitualmente menos investigados. Se trata del mayor estudio sobre la confianza del público en los científicos tras la pandemia. El segundo director del estudio, Niels Mede ha declarado que “el estudio es la instantánea pospandémica más completa de la confianza en los científicos, las expectativas sociales sobre su participación en la sociedad y la formulación de políticas, y las opiniones del público sobre las prioridades de la investigación”.
Principales resultados
Confianza generalizada: En 68 países, el estudio concluye que la mayoría de los ciudadanos tiene una confianza relativamente alta en los científicos (nivel medio de confianza = 3,62, en una escala de 1 = confianza muy baja a 5 = confianza muy alta). La mayoría también considera que los científicos están cualificados (78%), son honestos (57%) y se preocupan por el bienestar de las personas (56%). España se sitúa por encima de la media (3,90), destacando como el séptimo país de los 68 estudiados donde esta confianza es mayor.
Deseo de compromiso de los científicos: La mayoría de los participantes en la encuesta está a favor de que la ciencia desempeñe un papel activo en la sociedad y en la elaboración de políticas. Globalmente, el 83% de los encuestados cree que los científicos deberían comunicar sobre ciencia al público en general. Sólo una minoría (23%) cree que los científicos no deberían abogar activamente por políticas específicas. El 52% cree que los científicos deberían participar más en el proceso de elaboración de políticas.
Las conclusiones confirman los resultados de estudios anteriores que muestran diferencias sustanciales tanto entre países, como dentro de ellos en función de factores como la religiosidad o la ideología política. Sin embargo, en la mayoría de los países, la orientación política y la confianza en los científicos no están relacionadas.
“Los datos de este estudio internacional nos permiten observar tendencias globales sobre la confianza en la ciencia, al mismo tiempo que vemos el efecto contextual de algunos factores como la ideología” afirma Celia Díaz, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid que ha participado en la investigación junto a FECYT.
Retos y recomendaciones
Los resultados también ponen de relieve algunos aspectos preocupantes. A escala mundial, menos de la mitad de los encuestados (42%) cree que los científicos prestan atención a las opiniones de los demás. Muchas personas, en muchos países, consideran que las prioridades de la ciencia no siempre coinciden con sus propias prioridades. Los participantes concedieron una alta prioridad a la investigación dedicada a mejorar la salud pública, resolver los problemas energéticos y reducir la pobreza. La investigación sobre el desarrollo de la tecnología militar y de defensa recibió una prioridad menor. Sin embargo, los participantes consideran que la ciencia prioriza el desarrollo de la tecnología de defensa y militar más de lo que ellos desean.
Además de publicar los resultados en un artículo revisado por pares, también se ha desarrollado un panel de visualización de datos, en el que se pueden explorar y compararlos entre países.
Los datos completos en los que se basa este estudio y una descripción detallada de los mismos se han publicado en la revista Scientific Data. El conjunto de datos también contiene información sobre el populismo relacionado con la ciencia, el comportamiento de la comunicación científica y las percepciones del público sobre el cambio climático.