Para conseguir encontrar un tratamiento y una vacuna seguros y eficaces para combatir la COVID-19 es necesario disponer de un modelo animal que reproduzca la enfermedad tal como la sufrimos los humanos. Por ello, el equipo I+D de enfermedades prioritarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reunido varios científicos de centros de investigación de todo el mundo en un grupo de trabajo para acelerar la búsqueda de los mejores modelos animales para hacer frente a la pandemia. Dos de estos científicos son Julia Vergara-Alert y Joaquim Segalés, investigadores del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA). Segalés es, además, catedrático de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Con esta iniciativa, la OMS tiene el objetivo de dar una respuesta global a la COVID-19 contando con centros de investigación punteros en el diseño de modelos animales. Desde su creación, hace unos meses, el grupo de trabajo se reúne virtualmente cada semana. «En estos momentos es importante que haya varios grupos de investigación en todo el mundo que puedan compartir el conocimiento actual sobre la enfermedad, la inmunidad que ésta genera y qué propuestas de modelos animales se están planteando. De este modo, se multiplican las posibilidades de tener varios productos disponibles en el mercado», explica Segalés. De hecho, una función crucial que desarrolla la OMS con estos grupos de trabajo específicos es poner en contacto la investigación con el mundo de la industria farmacéutica.
El reconocimiento a Vergara-Alert y Segalés por parte de la OMS posiciona el IRTA a un nivel más de dimensión internacional que también permitirá establecer más colaboraciones científicas. «Para nosotros es todo un orgullo formar parte de este grupo junto a grandes expertos», dicen los investigadores, que remarcan que «es un reconocimiento al centro donde trabajamos y a toda su gente, el resultado de todo lo que hemos sembrado en los últimos 20 años».
En el IRTA-CReSA hace más de 6 años que se trabaja con modelos animales del coronavirus del MERS, causante del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio, con el que testaron un primer prototipo de vacuna para dromedarios. «El conocimiento previo y la experiencia que teníamos con este otro coronavirus ha sido un punto a favor y nos ha permitido ir más rápido en muchos aspectos», explica Vergara-Alert.
El grupo de trabajo cuenta con unos noventa expertos sobre modelos animales de la OMS. En el ámbito español, también forman parte los investigadores Luis Enjuanes y Mariano Esteban del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, con el que el IRTA-CReSA ha llevado a cabo algunos proyectos internacionales relacionados con el coronavirus del MERS.
El IRTA-CReSA, el único centro de investigación público de Cataluña catalogado como centro singular que trabaja con el SARS-CoV-2 in vitro e in vivo con pequeños y grandes animales
En cualquier proceso de registro de un producto antiviral o de una vacuna hay que llevar a cabo diferentes fases de desarrollo que suelen durar unos meses. Estas fases incluyen trabajar con el virus SARS-CoV-2 activo tanto a nivel in vitro en el laboratorio como in vivo, en animales, algo que sólo se puede llevar a cabo en condiciones de máxima bioseguridad. «Tenemos una Unidad de Alta Biocontención diseñada para poder trabajar con patógenos de grupo de peligrosidad 3, como es el caso de este coronavirus. Esto nos ha permitido, antes que nada, aislar el virus a partir de muestras de pacientes y replicarlo en cultivos celulares para poder hacer estudios de eficacia de fármacos y de candidatos vacunales. Por otra parte, en las instalaciones también tenemos la capacidad de desarrollar modelos animales para la enfermedad, una fase fundamental para comprobar la eficacia de los productos antes de probarlos en humanos», explica Vergara-Alert.
Los modelos animales que proponen los investigadores del IRTA-CReSA para testar los posibles fármacos y la vacuna son, por ahora, de ratón transgénico y hámster. Esta actividad de investigación la llevan a cabo junto con el Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa) y el Barcelona Supercomputing Center, con el que el IRTA forma un consorcio financiado por la empresa Grifols.
El IRTA-CReSA y el Centro de Investigación en Sanidad Animal (INIA-CISA) son los únicos centros de investigación públicos del Estado español con alto nivel de bioseguridad reconocidos como Infraestructura Científica y Técnica Singular (ICTS) por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación. Los dos centros conforman la Red de Laboratorios de Alta Seguridad Biológica (RLASB).