La Universitat Jaume I de Castelló ha captado más de cuatro millones de euros en la convocatoria del Programa para la promoción de la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación en la Comunidad Valenciana (Prometeo 2024) para grupos de investigación de excelencia. Esta cifra, que la sitúa como la tercera universidad pública autonómica en captación de recursos, fortalece su papel relevante en el sistema universitario y de investigación valenciano.
La Generalitat Valenciana reconoce la excelencia de siete grupos de investigación castellonenses con la concesión de estas ayudas en áreas como física, matemáticas, ciencias sociales, ciencia y tecnología de materiales, ciencia y tecnologías químicas, producción industrial, ingeniería civil e ingenierías para la sociedad y psicología, con una presencia casi equilibrada de mujeres y hombres en las tareas de coordinación y liderazgo.
El objeto de Prometeo es la concesión de subvenciones con el fin de identificar y apoyar a los grupos de I+D+i de excelencia de la Comunidad Valenciana, potenciar su proyección internacional y la transferencia de conocimiento. La ayuda permite dar estabilidad a la actividad de los equipos de investigación al conseguir entre medio millón y seiscientos mil euros para las próximas cuatro anualidades.
FINALIDAD DE LOS PROYECTOS
Los proyectos presentados por los grupos de investigación castellonenses buscan resolver problemas y se enfrentan a retos que alcanzan diferentes campos. En ciencias sociales analizan la desinformación y las fake news durante las campañas electorales con el propósito de minimizar sus efectos o estudian nuestro cerebro, en concreto la lateralización atípica del lenguaje o los mecanismos de la zurdera y de algunos trastornos del neurodesarrollo.
En el ámbito del medio ambiente, se pretende avanzar en el conocimiento de los problemas ambientales y de salud pública asociados a la presencia de microcontaminantes orgánicos a través de la espectrometría de masas o crear herramientas que permitan una solución integral y económicamente viable para generar, almacenar y transportar hidrógeno verde.
Las tecnologías avanzadas (robótica y óptica) se abordan con la introducción de la intervención submarina robótica en la inspección, control y reparación de las redes en la acuicultura o la respuesta a retos ópticos que incluyen campos como la imagen computacional moderna, la ingeniería optoacústica o la modulación compleja de la luz.
Otro de los proyectos, centrado en el aprendizaje automático (neuroimagen, visión artificial, etc.) a través del análisis de bioarquetipos (biAA), una nueva técnica de aprendizaje estadístico no supervisado, se enmarcaría en el campo de la ciencia de datos.