El CSIC es el mayor organismo público de investigación de España, tanto en lo que se refiere a personal y equipamiento como a la producción científica de sus equipos de investigación. El CSIC forma parte de la iniciativa Science Europe que reúne a los organismos de investigación punteros en Europa y es pionero en la implantación de recomendaciones europeas que buscan mejorar la calidad de la investigación. Buscamos que nuestra investigación se realice en las mejores condiciones posibles, asegurando la igualdad de oportunidades entre nuestro personal y analizando el impacto de la investigación sobre los distintos agentes sociales, teniendo en cuenta las distintas necesidades, actitudes y preferencias de ambos sexos. Hace más de 20 años que el CSIC, a través de la Comisión Mujeres y Ciencia (CMyC) que asesora a su presidencia, estudia con perspectiva de género sus capacidades y sus necesidades, a la vez que propone medidas encaminadas a reducir las desigualdades entre su personal de investigación y a la mejora de la calidad de nuestras investigaciones, adelantándose en muchos casos a las exigencias legales.
La incorporación del análisis de género en el contenido de la investigación es cada vez más una exigencia de los programas de financiación. Este concepto implica preguntarnos en cada estadio de la investigación si nuestros estudios, materiales, aplicaciones pueden tener una influencia distinta sobre hombres y mujeres, si mejora la calidad de vida más en un sexo que en otro, o si se aplica en procesos o aplicaciones que están masculinizados o feminizados. En ocasiones resulta relativamente sencillo resolver estas cuestiones, sobre todo en estudios que de forma directa o indirecta estudian aspectos relacionados con la salud, o tienen ser humano como objeto de estudio. Sin embargo, en otras áreas del conocimiento las respuestas a estas preguntas no son tan evidentes. Por ejemplo, en el caso de la ciencia y tecnología química los catalizadores, productos o procesos químicos ¿son susceptibles de un análisis de género? Es evidente que los materiales y los procesos no tienen género, pero a la hora de abordar su estudio será necesario incorporar las recomendaciones europeas que llevan a plantear la investigación como un ciclo completo, desde la concepción de la idea hasta el impacto de los resultados sobre la sociedad, la economía, el medioambiente, incluyendo la capacidad de innovación, el uso de recursos, el desarrollo local o global y el efecto sobre los usuarios finales, estudiando si estos productos o procesos se utilizan de forma diferente por hombres y mujeres o si su uso puede mejorar más significativamente la calidad de vida de uno otro sexo. Es aquí donde la inclusión de las consideraciones de género aporta calidad a la investigación.
Por este motivo la CMyC lanza una guía de Recomendaciones para la inclusión del género en los contenidos de investigación, en la que se analiza las convocatorias nacionales y europeas, la información proporcionada a los evaluadores y se proponen ejemplos de aplicación específicos para proyectos que no investigan sobre humanos, en campos como la química. Esta guía pretende contribuir al análisis sobre las distintas necesidades, actitudes, preferencias de ambos sexos teniendo en cuenta que el mismo permitirá aumentar la relevancia social y la calidad del avance científico alcanzado.
La guía completa puede descargarse en: Recomendaciones para la inclusión del género en los contenidos de investigación | DIGITAL.CSIC
Artículo elaborado por la Dra. Teresa Valdés-Solís, Vocal de la Comisión Mujeres y Ciencia, CSIC