La Ciencia española ha logrado aumentar su cuota de valor añadido frente al reciclaje del plástico al haber inventado una tecnología capaz de eliminar los malos olores de los residuos domésticos fabricados con este material, como botes de champú ya usados favorece su reutilización.
Este procedimiento, patentado hace escasos meses y del que ya se han interesado por el momento cinco empresas, entre ellas una multinacional, elimina los elementos contaminantes y también las sustancias odoríferas de los plásticos reciclados, empleando vapor de agua.
La estudiante de doctorado de Ingeniería Química de la Universidad de Alicante Andrea Cabanes Gil y su director de tesis y catedrático, Andrés Fullana Font, han dedicado un año y medio a desarrollar este novedoso invento, que ha salido adelante con escasa ayuda económica y que posee un notable potencial en cuanto a su aplicación.
La importancia de esta innovadora tecnología radica en su contribución a disminuir los desechos de plástico en los vertederos y a aumentar la calidad de los envases domésticos de este material reciclados.
Los materiales con los que trabajan Cabanes Gil y Fullana Font, ambos del grupo de investigación «Residuos, Energía, Medido Ambiente y Nanotecnología» (REMAN) de la Universidad de Alicante, son los envases de plástico porque cada vez más hay una mayor demanda de mejorar la calidad de estos materiales reciclados.
Sin embargo, la reutilización de los residuos de plástico domésticos se ve limitada por su alto contenido en restos de comida y productos de limpieza que se absorben en la matriz polimérica, convirtiéndose en contaminantes y causantes del mal olor, según ambos investigadores.
Estas sustancias odoríferas, indican, son compuestos orgánicos volátiles que en la actualidad no se pueden eliminar mediante un lavado convencional o el actual reciclaje mecánico convencional.
Los compuestos orgánicos que causan el mal olor de los plásticos reciclados se encuentran tanto en su superficie como en el interior de la matriz polimérica.
El sistema ideado por REMAN permite la erradicación de esos olores mediante la extracción de los compuestos orgánicos volátiles (VOCs) con vapor de agua, lo que se ha acuñado con el término de «arrastre con vapor».
El método patentado comprenden varias etapas. La primera consiste en la separación y acondicionamiento del plástico; la segunda, en su triturado; la tercera, en su lavado químico con surfactante (jabón); la cuarta, en el enjuague del material plástico; la quinta, en el secado mecánico, y la sexta, en la desodorización del plástico, que se realiza en una columna de destilación con vapor.