Mientras ordenaba un viejo depósito en su universidad, la de St Andrews (Escocia), en el que se habían almacenado viejos equipos de laboratorio y otros materiales cuando el departamento de química se mudó a una nueva sede en la década del 60, el profesor Alan Aitkenencontró halló un documento enrollado que resultó ser un tesoro de la Ciencia: una tabla periódica de salón de clase de 1885, «la más antigua conocida en el mundo», según la universidad.
La tabla, que fue descubierta en 2014, ha sido completamente restaurada y se expone en la actualidad al público con motivo del Año Internacional de la Tabla Periódica.
¿Cómo se ha datado la tabla?
La tabla hallada en Escocia es similar pero no idéntica a la que presentó Mendeleev en 1869. El pliego tiene anotaciones en alemán y una inscripción en el lado inferior izquierdo «Verlag v Lenoir & Foster, Wien», que identifica a una casa de imprentas en Viena. Otra inscripción alude al litógrafo de la tabla, «Lith. von Ant. Hartinger & Sohn, Wien», quien falleció en 1890.
Tras varias consultas con expertos internacionales, la Universidad de St Andrews constató que se trataba de un documento único.
Eric Scerri, experto en la historia de la tabla periódica y profesor de la Universidad de California estimó que la tabla fue impresa entre 1879 y 1886 y para ello se basó en los elementos químicos presentes y ausentes en el pliego. Tanto el galio como el escandio, descubiertos respectivamente en 1875 y 1879, aparecen en la tabla. Pero el germanio, descubierto en 1886, está ausente.
Una Tabla Periódica única de su época
El pliego era tan frágil cuando fue hallado que al manipularlo se descascaraba. Restaurarlo ha sido un proceso delicado y requirió un tratamiento con diferentes productos químicos, por ejemplo, bicarbonato de magnesio, para reducir su acidez. Las fisuras se repararon con papel japonés de fibra de kozo, una planta usada para la elaboración de papel de alta calidad.
Pilar Gil, del departamento de colecciones de la Universidad de St. Andrews, encontró en los registros del centro una anotación de 1888 de la compra de una «tabla de 1885» por parte del entonces profesor de química Thomas Purdie y no es de extrañar que Purdie encargara a Viena los mejores materiales para sus lecciones de química, según señaló la universidad en un comunicado. Lo increíble es que la tabla de Purdie parece ser la única que sobrevive de esa época.
Por ahora, la tabla se encuentra en un escaparate climatizado y será el foco central de las celebraciones de la universidad en este año tan especial para la química: «La tabla será exhibida y estará disponible para investigaciones», señaló David O’Hagan, exdirector del departamento de química de la Universidad de St Andrews, aunque con motivo del Año Internacional de la Tabla Periódica, la universidad desea averiguar ahora si hay otras tablas de una edad similar o incluso más antiguas en otros centros académicos.
Noticia vía BBC Mundo: https://bbc.in/2sD3bCA
Fotografía: Universidad de St. Andrews