- Las incertidumbres en la evolución de las políticas comerciales arancelarias y el Brexit, principales factores que reducen las expectativas de crecimiento en 2020.
- En conjunto, pese a la desaceleración global iniciada en la segunda parte del año, se prevé que el ejercicio 2019 presente a su cierre unas cifras positivas de crecimiento en producción, cifra de negocios y exportaciones. En 2020 el sector mantiene expectativas más moderadas pendiente de la evolución de los diferentes factores de riesgo y de competitividad.
- La cifra de negocios se acercará en 2020 a los 69.000 millones de €, apoyada tanto en la demanda interna como en la externa de productos químicos.
- La actividad exportadora crecerá un 3,5% en 2019 y un 2,5% en 2020, alcanzando los 40.000 millones €. El sector registra un incremento acumulado de sus exportaciones del 74,9% desde 2007, siendo este factor el principal motor del crecimiento e impulso de su actividad en la última década.
- La industria química alerta de la necesidad de seguir avanzando en las reformas energéticas, así como de priorizar el desarrollo de políticas eficaces de transición ecológica y economía circular que favorezcan simultáneamente el crecimiento y la competitividad industrial. Es necesario, también, incrementar las competencias del Ministerio de Industria, para hacer efectivas las actuaciones de política industrial.
Según las previsiones presentadas hoy por el presidente de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), Carles Navarro (Director General de BASF), el sector químico español (CNAEs 20 y 21) registrará un crecimiento estimado de su cifra de negocios del 2,3% al cierre de 2019, que será del 1,9% en 2020, alcanzando un valor de 68.447 Millones de Euros al término de ambos ejercicios. Así, el sector habrá acumulado un crecimiento total en el periodo 2007-2020 del 37,6% (casi 19.000 millones de euros de incremento), continuando, de este modo, con la positiva trayectoria que registra desde 2013.
Las previsiones de Feique para 2020 están fundamentalmente condicionadas por las incertidumbres existentes en la evolución del comercio global, amenazado por las políticas proteccionistas. Asimismo, y pese a que se prevé que se mantengan los flujos nacionales e internacionales de demanda de productos químicos, el Brexit, la situación económica en Alemania e Italia y su aproximación a la recesión técnica, las incertidumbres en torno a la evolución de la industria del automóvil en Europa y en España y las dificultades para la formación de gobierno en nuestro país, determinan la prudencia en las previsiones.
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