Es la cantidad de consumo más alta por parte de las empresas desde que en 2012 se puso en marcha la planta de regeneración de Aitasa
Este consumo supone un récord también en términos relativos: por primera vez, el agua regenerada supera el 17% del consumo total
La apuesta del sector por el agua regenerada y la economía circular seguirá creciendo: ya se está construyendo una nueva planta depuradora, y se prevé construir también otra planta de regeneración
El sector petroquímico de Tarragona alcanzó en 2020 su máximo histórico de consumo de agua regenerada. En concreto, las empresas consumieron 5,4 hectómetros cúbicos de agua procedente de la planta de regeneración que opera Aitasa (Aguas Industriales de Tarragona), una cifra sin precedentes desde la puesta en marcha de la planta, en el año 2012.
Esta instalación recupera, para uso industrial, aguas residuales que proceden de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales Urbanas (EDAR) de Tarragona y Vila-seca. De este modo, con su reaprovechamiento, se evita la emisión de estas aguas al mar, y al mismo tiempo se reduce, por parte del sector químico, la demanda de agua procedente de otras fuentes, en un ejemplo de la apuesta de la industria tarraconense por la economía circular.
Los 5,4 hectómetros del año pasado suponen un incremento del 5,26% respecto al año 2019, cuando el consumo de agua regenerada por parte de las empresas que forman parte de la AEQT había sido de 5,13 hectómetros cúbicos.
El consumo marca un hito sin precedentes también en términos relativos. En el año 2020, el consumo total de agua industrial de las empresas fue de 31,6 hectómetros cúbicos, por lo que los 5,4 de agua reciclada suponen un 17,09%, una proporción que no se había logrado nunca antes. El máximo anterior se había registrado en 2019, con un 15%.
Estos registros y el crecimiento constante forman parte de la apuesta del sector petroquímico de Tarragona por el reaprovechamiento de aguas residuales como estrategia hacia la circularidad de los recursos. Por eso el proyecto no se detendrá aquí. De entrada, se prevé que este 2021 el consumo de agua regenerada vuelva a crecer y a marcar un nuevo máximo histórico, llegando prácticamente al máximo de capacidad de la planta de regeneración de agua.
Reaprovechar también aguas residuales de la propia industria
Pero, paralelamente, Aitasa está construyendo ya una nueva planta de tratamiento de aguas residuales industriales. Esta nueva planta, que se prevé que pueda entrar en funcionamiento este mismo año, tendrá una capacidad de 1.800.000 litros/h durante las 24 horas, con posibilidad de futuras ampliaciones.
Su puesta en funcionamiento permitirá cumplir con las nuevas exigencias europeas del BREF CWW (Common Waste Water) y del refinamiento. De modo que, de entrada, esta instalación mejorará los valores de las aguas residuales depuradas y tratadas que el sector emite el mar a través del emisario conjunto. Ahora bien, el tratamiento de esta planta depuradora será tan eficiente que las aguas resultantes podrán ser, a su vez, regeneradas para volver a incorporarlas al ciclo de aguas industriales.
Por ello, Aitasa trabaja con la planificación de, una vez esté en funcionamiento la nueva depuradora, iniciar el proyecto para poner en servicio una nueva planta de regeneración que permita poder volver a utilizar esta agua para uso industrial.
Así pues, una vez el total del proyecto esté ejecutado y las dos nuevas plantas (la depuradora que se está construyendo, y la de regeneración que se construirá a continuación) estén en funcionamiento, la industria química no estará regenerando y reutilizando sólo aguas residuales urbanas, como ya hace desde 2012, sino que comenzará a reaprovechar también sus propias aguas residuales industriales. El objetivo fijado por la industria pasa por aumentar el volumen de agua reutilizada del 17% actual hasta un mínimo del 25% en el año 2025.
Se trata de un nuevo paso hacia la economía circular que las empresas están decididas a emprender y Aitasa a llevarlo a cabo. Además, el proyecto ya se ha comenzado a consensuar con la Administración, que comparte que se trata de una buena propuesta que permitirá, por un lado, reaprovechar las aguas depuradas con los nuevos criterios del BREF CWW, evitando así que terminen en el mar; y al mismo tiempo, al incrementarse el uso de agua regenerada por parte de la industria, una vez más se liberará caudal de agua para otros usos que el territorio pueda necesitar.