La Universitat Jaume I de Castelló ha puesto en marcha el nuevo clúster de computación científica que servirá para potenciar las tareas de I+D+i de los grupos de investigación universitarios de la UJI en áreas como la química, los materiales, la biofísica, la computación paralela y distribuida, la ingeniería o la economía experimental y computacional. La renovada infraestructura también estará disponible para otros centros de investigación públicos o privados.
El nuevo equipamiento, situado en el edificio Walhalla y gestionado por el Servicio de Informática, ha sido financiado a través de un proyecto del Subprograma Estatal de Infraestructuras de Investigación y Equipamiento Científico-Técnico del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2017-2020, cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) con un total de coste de inversión de 399.999,38 euros.
La renovación y modernización del equipamiento informático dedicado al cálculo científico mejora ampliamente las prestaciones y la eficiencia energética del anterior equipamiento. De hecho, se ha duplicado el número de núcleos disponibles, pero el consumo solo se ha incrementado en un factor de 1,3x, al tiempo que la eficiencia computacional ha aumentado en un factor 9,3x. Esto va a permitir a los grupos de investigación de la Universitat continuar trabajando en la frontera del conocimiento, así como mantener la complejidad y complementariedad de los estudios que se llevan a cabo por parte de diferentes grupos en distintas líneas de investigación, «proporcionándoles una herramienta fundamental que les permitirá seguir siendo competitivos a nivel internacional», según explica el vicerrector de Investigación y Transferencia, Jesús Lancis.
En opinión del coordinador del proyecto, el catedrático de Química Física Vicent Moliner, «el hecho de disponer de recursos locales facilita y agiliza enormemente las tareas de investigación, ya que permite realizar pruebas y generar resultados intermedios en cortos periodos de tiempo, así como diseñar experimentos o desarrollar software que puede ser aplicado, posteriormente, en ámbitos muy diversos». Para el vicerrector Jesús Lancis, «la creciente simbiosis entre el uso de técnicas experimentales y los métodos de computación ha contribuido a que, en las últimas décadas, los grandes proyectos de investigación sean interdisciplinares».
El Área de Infraestructura de Sistemas del Servicio de Informática, encargada desde la creación de la universidad pública de Castellón de la instalación, la gestión y el mantenimiento de las herramientas asignadas al cálculo de altas prestaciones, ha sido la responsable de gestionar a nivel técnico la instalación del nuevo equipamiento. Se espera que esta infraestructura «sirva para conseguir que muchos de los futuros proyectos tengan una aplicación tecnológica y directa en el tejido productivo, contribuyendo al avance científico y técnico con impacto social en ámbitos como la salud pública, la discapacidad u otras áreas de inclusión social», comenta el equipo investigador.
En la UJI existen varios grupos cuyas investigaciones están vinculadas al uso de ordenadores de grandes prestaciones. En el ámbito de la química y los materiales, los grupos de Bioquímica Computacional, Química Teórica y Computacional, Química Cuántica o Semiconductores Avanzados; en el campo de la biofísica, los grupos de Biofísica Molecular y Transporte en Membranas; en el ámbito de la computación paralela y distribuida, el grupo de Arquitecturas y Computación de Altas Prestaciones; en el campo de la ingeniería, los grupos de Fluidos Multifásicos, Cálculo de Estructuras y Mecánica Computacional, Biomecánica y Ergonomía, y en el ámbito económico el grupo de Economía Experimental y Computacional.