El sector químico español (CNAEs 20 y 21) registró en 2020 (media de los cuatro trimestres) un crecimiento del 2% de su empleo directo, alcanzando su máximo histórico hasta los 209.275 asalariados, frente a los 205.200 con los que cerró 2019, según la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística, que ha publicado ayer los datos referidos al cuarto trimestre del año.
Este positivo resultado se apoya, fundamentalmente, en la alta demanda del mercado de productos para hacer frente a la pandemia como fármacos, materiales sanitarios, desinfectantes y otros de primera necesidad en cuya producción y suministro, la industria química está siendo un sector esencial.
Los resultados de la EPA confirman, así, el alto grado de compromiso del sector químico con la generación del empleo en una coyuntura compleja marcada por la crisis sanitaria y la recesión económica. La industria química no solo ha mantenido el empleo sino que ha generado nuevos puestos de trabajo.
Además de los empleos que crea de manera directa, el sector genera otros 502.175 empleos indirectos e inducidos a partir de la actividad que desarrolla hasta sumar en conjunto 711.450 empleos frente a los 697.500 con los que cerró 2019.
Por géneros, es destacable la positiva evolución de la tasa de mujeres que trabajan en la industria química, que escala tres puntos hasta alcanzar de media el 40% del total, hasta las 83.700 asalariadas directas, especialmente concentrada en el sector farmaquímico (CNAE 21).
Respecto a la estabilidad laboral, el 93% de los empleos directos de la industria química son de carácter indefinido, lo que evidencia la calidad del empleo de este sector, con un salario medio anual por trabajador que supera los 38.000 euros anuales, un 59% más que el salario medio en España (24.000 euros/año).