El estudio evalúa si las medidas de prevención son adecuadas en lugares interiores de uso e interés público y desarrollará una herramienta de alerta de futuros episodios COVID-19
El Consell de la Generalitat Valenciana ha concedido al proyecto «Detección del SARS-CoV-2 en aerosol atmosférico en ambientes interiores como herramienta de evaluación de medidas sanitarias de prevención y de alerta de la transmisión de la Covid-19», liderado por la investigadora del programa GenT de la Generalitat Juana Mari Delgado en el Departamento de Medicina de la UJI, una subvención, de las cinco otorgadas, de cerca de doscientos mil euros, que se suma a la ayuda concedida en la competitiva convocatoria de la Fundación BBVA sobre la pandemia.
El organismo autonómico de la Comunidad Valenciana ha aprobado un decreto de concesión directa de subvenciones de carácter excepcional, destinadas a entidades que disponen de proyectos de investigación de excelencia para la anticipación y la adaptación a situaciones derivadas de la COVID-19. La finalidad de la iniciativa es la financiación de proyectos de I+D de excelencia de carácter estratégico que permita a las administraciones públicas disponer de los mejores instrumentos para la lucha contra el coronavirus.
Bajo la dirección de la investigadora castellonense, un equipo multidisciplinario de expertos y expertas en epidemiología ambiental, calidad del aire y microbiología integrado por las universidades de Castellón, València y Elche, la Fundación FISABIO y la Dirección de Cambio Climático y Calidad Ambiental de la GVA investiga la detección y cuantificación de carga genética del virus SARS-CoV-2 en muestras de aerosol atmosférico facilitadas por el Servicio de Calidad del Aire-GVA con «el propósito de desarrollar una herramienta de detección temprana de futuros episodios de COVID-19 que sirva para tomar medidas rápidamente para evitar la transmisión de contagios» explica Delgado.
El objetivo es explorar y explotar el desfase entre la incubación del virus y el pico de infectividad asociado a aspiración de partículas virales y la presencia de síntomas, para proponer una red de alerta que facilite el diseño de planes de emergencia y de medidas de actuación para reducir el impacto de futuros episodios de COVID-19 en el bienestar de la población y la economía. El estudio se realiza en cuatro ámbitos interiores de uso e interés público: MetroValència, espacios universitarios y sanitarios y residencias de atención a personas mayores.
El equipo de investigación está formado por Juana Maria Delgado, del grupo de Epidemiología Perinatal, Salud Ambiental e Investigación Clínica de la UJI; el catedrático Vicente J. Esteve Cano (UJI) y las investigadoras Ana Esplugues (UV) y Nuria Galindo (UMH) que conforman el comité asesor científico de calidad del aire; las investigadoras de la UJI Rosa de Llanos, Manuela Barneo y Paula Carrasco como expertas en Microbiología; y los investigadores Marisa Reblagliato (UJI), Juan Bautista Bellido (UJI); Maria Luisa Estarlich (UV), Ferran Ballester (UV) y Carmen Iñíguez (UV), que conforman el comité asesor científico de epidemiología ambiental.
Una distinguida trayectoria investigadora
La responsable del proyecto, Juana Maria Delgado Saborit, se ha incorporado recientemente a la UJI como investigadora distinguida del plan GenT de la Generalitat Valenciana. Trabaja en el campo de la epidemiología de los efectos tóxicos en la salud de las personas de la contaminación ambiental y colabora con otros centros. Ha sido investigadora y docente en la University of Birmingham y en ISGlobal y ha conseguido más de un millón de euros como investigadora principal.
Es experta en estudios de evaluación de la exposición a contaminantes atmosféricos y su aplicación en estudios epidemiológicos utilizando la geoestadística, la epidemiología ambiental, los biomarcadores y la inteligencia artificial para evaluar efectos de factores ambientales en salud. Ha recibido 4 premios de investigación. Recientemente, recogió la distinción al mérito científico de la GVA en 2020 como representante de las científicas y científicos que desarrollan investigación para luchar contra el COVID-19. Ha participado en 15 proyectos de investigación nacionales e internacionales y es autora de 51 artículos en revistas indexadas y 5 capítulos en libros, incluyendo 2 capítulos en las Directrices de Calidad del Aire Interior publicado por la Organización Mundial de la Salud.