En el proyecto de I+D EXTRECH, financiado por el IVACE, ha mejorado su procesabilidad y propiedades mecánicas y químicas mediante la tecnología de extrusión reactiva.
El centro tecnológico ITENE ha mejorado la procesabilidad y las propiedades mecánicas y químicas (resistencia al stress cracking) de uno de los principales plásticos empleados actualmente en la industria, el polietileno de alta densidad (PEAD), procedente de reciclado posconsumo, con el fin de aplicarlo en procesos de transformación de envases de productos de limpieza.
Los desarrollos obtenidos por ITENE contribuyen a dar respuesta al aumento de la demanda de plásticos reciclados por parte de la industria que fabrica o emplea envases y embalajes, cuyo uso fomentan la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, la Estrategia de Economía Circular o el Proyecto de Real Decreto de Envases y Residuos de Envase, entre otros.
Estos avances en el reciclado de plásticos se han alcanzado en el proyecto de I+D EXTRECH (julio 2021 – junio de 2022), financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) con fondos FEDER, y en el que se ha contado con la colaboración de la empresa Plásticos Guadalaviar, en cuyas instalaciones se han fabricado las botellas a partir del material desarrollado en ITENE.
En este proyecto, ITENE ha aplicado la tecnología de extrusión reactiva para producir polímeros reciclados de mayor valor añadido. Este innovador proceso de extrusión reactiva consiste en llevar a cabo modificaciones del polímero, en este caso reciclado, mediante una reacción química en fundido dentro de la extrusora, principalmente de doble husillo, co-rotante.
A este respecto, el jefe del proyecto en ITENE, Alejandro Guillem, ha detallado que esta tecnología “abre el camino para mejorar el tratamiento y valorización de fracciones plásticas actualmente no recicladas o destinadas a aplicaciones de bajo valor añadido”. Además, ha explicado que con este proceso se han logrado mejoras superiores de las que se habrían obtenido mediante un proceso de compounding o aditivación convencional, y que podría ser aplicable industrialmente.
En concreto, se han obtenido formulaciones que presentaban una reducción del índice de fluidez del material, clave para su procesabilidad mediante extrusión-soplado, de hasta un 60% (» 20 g/10min a 190 °C; 21,6 kg). Asimismo, se ha observado una mejora de hasta 4 veces la resistencia al stress cracking -alcanzándose valores alrededor de 100h- y de la ductilidad a través del aumento de la elongación a rotura, desde un 80% inicial hasta valores incluso superiores a los de PEAD virgen (1200-1300%) (empleando la metodología ISO 527-2).
Las formulaciones más prometedoras se han empleado en el procesado de envases de medio litro destinados a productos de limpieza mediante extrusión-soplado, observándose una procesabilidad muy similar a la del PEAD virgen. Además, se ha obtenido una mejora de la resistencia a la compresión de hasta un 20% y un 40% de envases vacíos y llenos, respectivamente.
Los principales avances alcanzados en el marco del proyecto EXTRECH se han presentado mediante una Tech Transfer Session gratuita que se celebró de forma online el 14 de junio.