- Según un curso organizado por la Academia Joven de España, la UC3M y el CSIC.
La Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha acogido un curso de especialización sobre la carrera investigadora, organizado por la Academia Joven de España en colaboración con la propia universidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y con el apoyo de la empresa Monodon (Navantia), en el que se han desgranado algunas de las principales cuestiones a tener en cuenta para gestionar una buena carrera científica, desde la elección de un proyecto de doctorado hasta la dirección de un grupo de investigación.
Durante el curso, celebrado recientemente en el Campus de Madrid-Puerta de Toledo de la UC3M y al que acudieron más de 500 estudiantes de manera presencial y online, diversos ponentes del sector académico, tecnológico, gubernamental y empresarial abordaron algunos temas clave en este ámbito, como: la elección de líneas de investigación, la escritura de artículos científicos, la búsqueda de financiación, la importancia de la gestión, la perspectiva de género, la salud mental o la importancia de la colaboración público-privada para el avance de la ciencia. Además, se exploraron alternativas profesionales más allá del ámbito académico, como la transferencia, el emprendimiento y la divulgación científica. El evento se grabó y puede visualizarse online de manera gratuita en este canal de YouTube: https://www.youtube.com/@AcademiaJoven/videos
A continuación se presenta un decálogo de recomendaciones sobre determinadas cuestiones clave a tener en cuenta a la hora de desarrollar una carrera científica de éxito en España:
- Financiación. Existen diferentes oportunidades de financiación en distintas etapas de la carrera investigadora. Dedicar tiempo a conocer las convocatorias y concurrir a ellas con asesoría puede ayudar a crear y consolidar grupos de investigación. Existen grandes oportunidades en las fronteras del conocimiento y en nuestra capacidad para adaptar metodologías de un área de conocimiento a otras.
- Objetivos. Durante el proceso de preparación de un proyecto de investigación es importante valorar su finalidad pero también prestar atención a su alineación con los objetivos del programa y buscar un impacto en distintas dimensiones (generación de conocimiento, transferencia tecnológica, formación de investigadores, concienciación social sobre temas de relevancia, etc.)
- Colaboración. La investigación debe ser un proceso colaborativo, donde los proyectos llevados a cabo en distintos grupos e instituciones se retroalimenten entre ellos, aportando soluciones creativas a los problemas metodológicos que van surgiendo y dando lugar a una evolución continua del campo de investigación.
- Contactos. Durante las primeras etapas de la carrera investigadora es importante comenzar a desarrollar una red de contactos internacional. Para ello existen numerosas becas de movilidad a nivel regional, nacional e internacional que facilitan el acceso a grupos de investigación de prestigio. Otros foros idóneos para este fin son las participaciones en conferencias internacionales.
- Publicaciones. Cuando se prepara un artículo científico, en lugar de guiarse por fines curriculares conviene reflexionar sobre su relevancia, impacto y la reproducibilidad de los resultados aportados. Al igual que con las becas, se aconseja familiarizarse con la línea editorial y formato de publicación a través de la lectura de artículos de la revista en que queremos publicar.
- Evaluación. Existe una tendencia global, que ya se está comenzando a aplicar en España, a evaluar el currículum científico por su calidad frente a la cantidad. En este sentido, cada vez son más importantes factores como la originalidad de las contribuciones científicas o su impacto socioeconómico, frente al número de resultados publicados y otros indicadores cuantitativos.
- Emprendimiento. El conocimiento científico adquirido también permite poner en marcha empresas de base tecnológica y spin-offs creadas a partir de resultados de laboratorio. Aunque los indicadores de España son buenos en cuanto a generación de conocimiento, hay mucho margen de mejora en la transferencia de dicho conocimiento al tejido empresarial.
- Patentes. Es importante comprender y conocer los diferentes mecanismos de protección de la propiedad industrial y su funcionamiento. Alinear las estrategias de protección y diseminación de resultados es esencial, porque se pueden perder grandes oportunidades y cerrar posibles vías para la comercialización. Por ello, se recomienda una estrategia a largo plazo de protección y valorización de los resultados.
- Comunicación pública de la ciencia. Dar a conocer de manera clara las principales ideas e implicaciones del I+D+i genera conciencia sobre el valor de la investigación, los avances tecnológicos y sus beneficios para la sociedad. Además, esta tarea puede tener un impacto positivo en la carrera académica del personal investigador, mejorando su visibilidad, reputación y sus vínculos con empresas.
- Ciencia y políticas públicas. Existe un creciente interés en disponer de mecanismos de asesoramiento científico que permitan a las instituciones y representantes gubernamentales tomar decisiones con información científica adecuada en aspectos de gran importancia social, tales como la educación, sanidad, energía o industria, entre otros. En este contexto, los asesores científicos no deberían imponer decisiones, sino aportar conocimiento objetivo exponiendo las implicaciones que conlleva cada actuación específica.