El grupo de Química Cuántica de la Universidad de Alicante (UA) ha predicho y publicado la existencia de un nuevo fenómeno natural en la interacción materia-radiación, que ha sido confirmado de forma experimental.
Esta constatación es el objeto de la reseña que el investigador del grupo, Juan Carlos Sancho García, ha publicado en la prestigiosa revista Nature, por invitación de la publicación en su sección llamada News & Views.
“Es un ejemplo exitoso de cómo la teoría y la simulación permiten avanzar y predecir fenómenos que luego son confirmados por experimentos, con su correspondiente impacto posible en los avances tecnológicos que pueblan la sociedad y el mundo actual”, asegura Sancho, quien explica que este tipo de artículos no se escriben por los propios autores de un descubrimiento de mucha relevancia sino por otros expertos, de forma más divulgativa, que suelen apreciar o haber trabajado antes en el tema de investigación y con los que contacta directamente la revista Nature en este caso.
En concreto, la reseña recoge la constatación empírica de una predicción realizada y publicada previamente por el equipo de la UA utilizando cálculos propios de la mecánica cuántica. Se basa en el efecto de la “correlación electrónica” que se produce fuertemente en este tipo de moléculas estudiadas y gracias al cual es posible aprovechar el 100% de la energía que se emite en forma de luz visible en cualquier pantalla.
El investigador explica que cada uno de los píxeles de una pantalla que compone cualquier dispositivo como teléfonos móviles, tabletas, etc. está formado por moléculas que emiten los tres colores básicos (rojo, verde y azul). La batería activa esas moléculas para emitir luz (electroluminiscencia) de manera que alcanzan primero su máximo nivel de “excitación” para después decaer y es esa pérdida de energía la que se traduce en una emisión de color.
En la actualidad, se utiliza un mecanismo poco eficiente en el que se pierde el 75% de la energía en cada emisión de la luz, de modo que solo se aprovecha el 25% restante. “Nosotros ya predijimos a través de nuestras investigaciones que es posible aprovechar el 100%”, asegura el químico, quien, por otra parte, señala que con su aplicación “se podría hacer un ahorro energético a nivel mundial importantísimo”. Este menor gasto llevaría, además, aparejada la disminución de la demanda energética y, en consecuencia, de las emisiones de Carbono, lo que ayudaría en la consecución de los objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por Naciones Unidas.
DESTACAMOS
En la actualidad, no existe ningún dispositivo en el mercado que esté aplicando este fenómeno recién descubierto, “pero estoy seguro de que lo veremos en un plazo corto de tiempo”, señala el investigador de la UA.