España continúa la tendencia creciente de los últimos años en el reciclado de envases de plásticos domésticos, a un ritmo medio anual en los últimos 4 años del 9%. La población española recicló en 2018 un total de 571.900 toneladas de envases de plásticos del hogar, lo que supone un 9,6 % más que en el año anterior.
En 2018, cada ciudadano español recicló 12,3 kg de envases de plásticos procedentes del hogar, 1 kg más por habitante que el año anterior y nueve veces más que en el año 2000.
Por Comunidades Autónomas, prácticamente todas han aumentado el reciclado de envases plásticos domésticos por habitante, estando seis de ellas por encima de la media española: Comunidad Valenciana (14,9 kg/hab), País Vasco (14,6 kg/hab), Canarias (14 kg/hab), Cataluña (13,5 kg/hab), Andalucía (13,5 kg/hab) y Castilla-La Mancha (12,6 kg/hab).
En el ranking europeo, España sigue ocupando, por cuarto año consecutivo, el segundo lugar en el reciclado de plásticos del hogar, siendo además uno de los países que más ha crecido. Así lo indica el informe 2017 de EPRO (European Plastic Recycling and Recovery Organization), que sitúa a España (11,2 kg/hab) superando a países como Italia (9,3 kg/hab), UK (7,9 kg/hab) y Francia (4 kg/hab).
El éxito del modelo español, basado en el contenedor amarillo gestionado por Ecoembes, es que recoge todo tipo de envases de plástico domésticos y además se ha extendido la recogida selectiva fuera del hogar alcanzándose los 37.800 puntos de recogida en oficinas, colegios, aeropuertos, etc..
España avanza firmemente en la implantación de la economía circular de los plásticos
Por primera vez en España, la cifra de toneladas de plástico reciclado de todas las aplicaciones (no sólo envases) supera a las toneladas que se depositan en vertedero. La economía circular funciona y la cadena de valor de este material incorpora cada vez más los plásticos reciclados a la fabricación de nuevos productos.
En 2017, el número registrado de toneladas recicladas de plástico ha sido de más de un millón (1.006.000 toneladas), lo que supone un índice de reciclado de este material del 41%, tal como refleja el informe anual estadístico que realiza Cicloplast en colaboración con Anarpla (Asociación Nacional de Recicladores de Plástico).
Teniendo en cuenta todos los envases (domésticos, comerciales e industriales), en 2017 España ya ha alcanzado el índice de reciclado del 48%, muy cercano al nuevo objetivo marcado por la Unión Europea del 50% en 2025.
A pesar de estos buenos resultados y según palabras de Isabel Goyena, son muchos los retos pendientes para llegar a la completa circularidad: “Es necesario trabajar en varios aspectos de la cadena, empezando por el ecodiseño de los productos plásticos que faciliten su reciclabilidad, optimizando la clasificación y el reciclado y, muy importante, impulsar la demanda de material reciclado a través de medidas económicas como desgravaciones fiscales o de las compras públicas verdes que potencien productos que incorporen material reciclado”.
Por otro lado la innovación es clave para la circularidad de los plásticos. Para aquellos plásticos que se reciclan más difícilmente por medios mecánicos se está avanzando en el reciclado químico, y en pocos años se podrá volver al origen de los plásticos, crear moléculas a partir de residuos y con las moléculas crear nuevos plásticos.
Un sector comprometido con la prevención del litter
El sector de los plásticos está muy sensibilizado y comprometido con la prevención del litter (residuos abandonados en la naturaleza) y lleva años trabajando en diferentes líneas para aportar soluciones tanto a nivel europeo y local como a nivel mundial, con la recientemente creada The Alliance to End Plastic Waste, ya que el problema de las basuras marinas es global. Diversos estudios indican que solamente el 1% de estos residuos proviene de Europa y el 50% del litter mundial es generado tan sólo por cinco países asiáticos, que no disponen de eficientes sistemas de gestión de residuos. Está demostrado que el 80% de los residuos proceden de tierra.
En opinión de Isabel Goyena: “Los primeros interesados en prevenir y reducir el litter y proteger el medio ambiente somos el sector del plástico y consideramos que una de las principales claves para conseguirlo es la educación. Es un problema de actitud, no del material, prohibir es renunciar a la educación.”
Para Cicloplast, además de incidir en la educación, es fundamental continuar mejorando los sistemas de gestión de residuos y también de depuración de aguas y comenzar a estudiar la posibilidad de imponer multas ante comportamientos incívicos.
Isabel Goyena añadió: “Hay que apostar por la reutilización y por el consumo responsable de cualquier tipo de producto. Además sustituir el plástico en envases monouso por otro tipo de material no elimina el litter y puede generar un incremento de la huella de CO2 afectando al cambio climático”