- Las nuevas instalaciones han contado con una inversión de 15 millones de euros.
- Se obtienen materiales más sostenibles con altos estándares de calidad para la automoción, la construcción o el textil, entre otros.
Covestro ha inaugurado en su fábrica de Barcelona (Zona Franca), una nueva planta de destilación basada en una tecnología de última generación que permite una importante reducción de monómeros en la producción de polímeros que se destinan para recubrimientos y adhesivos. Estas nuevas instalaciones han conllevado una inversión de 15 millones de euros e implican la creación de 10 nuevos puestos de trabajo para operarios y técnicos cualificados, que supondrán un incremento del 15% de la plantilla operativa del centro.
Covestro reafirma así su apuesta por la sostenibilidad y la economía circular. En ese sentido, la tecnología de destilación utilizada permite que algunos componentes no utilizados en el producto resultante sean condensados y reincorporados en el propio proceso de fabricación. Este hecho garantiza una producción más sostenible de revestimientos, adhesivos, elastómeros y espumas aislantes de alto rendimiento para las industrias del automóvil, la construcción y el textil, entre otras.
“Con esta nueva planta damos un nuevo e importante paso adelante en nuestro compromiso con la sostenibilidad y, a la vez, atendemos la creciente demanda de nuestras industrias cliente para disponer de productos que cumplan con las normas vigentes de higiene industrial y, en paralelo, con los exigentes estándares de calidad”, ha apuntado Fernando Peirón, director de la fábrica de Covestro en Barcelona, en la inauguración celebrada esta mañana. Dicho acto, ha estado presidido por Roger Torrent, Conseller de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Catalunya, y Jaume Collboni, Primer Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Barcelona; y ha contado con la presencia de personalidades como Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, Natàlia Mas, directora general de Industria y Pere Navarro, Delegado del Consorci de la Zona Franca de Barcelona, entre otros.
Por su parte, Andrea Firenze, director general de Covestro en España, ha afirmado: “en Barcelona, iniciamos una nueva etapa con un conjunto de inversiones para 2021 y 2022 con el objetivo de convertir este centro en una instalación flexible capaz de lanzar productos más sostenibles al mercado”. Y ha añadido: “todas las inversiones que estamos llevando a cabo en el país contribuyen a nuestra estrategia de sostenibilidad y economía circular a largo plazo y están en línea con nuestro propósito de hacer del mundo un lugar mejor».
Tecnología sostenible de altas prestaciones
La tecnología de poliuretano está reconocida por sus altas prestaciones y versatilidad. En este sentido, Covestro se esfuerza continuamente en mejorar los estándares de higiene industrial con productos de bajo contenido en monómero, que son cruciales en toda la cadena de valor de la industria de pinturas, recubrimientos y adhesivos.
A partir de esta nueva planta, el centro de Barcelona ampliará su producción de Ultra line, la gama de endurecedores de poliuretano de Covestro que mejoran los estándares actuales de higiene industrial y seguridad de producto en tanto que se caracterizan por su bajo contenido de monómero, permitiendo valores inferiores al 0,1% en toda la cadena de valor. De esta manera, los productos de la línea Ultra permiten a los fabricantes de revestimientos y adhesivos ofrecer a sus clientes mejores estándares de higiene laboral manteniendo sus altas prestaciones y, a la vez, cumplen con los nuevos estándares de seguridad y uso de sustancias químicas en el mercado europeo.
Hacia la plena circularidad
La puesta en marcha de la nueva planta de destilación de Barcelona, junto con las recientes inversiones de Covestro en España, se enmarca en la nueva visión corporativa presentada por Covestro en 2020, que tiene como meta la plena circularidad a largo plazo. Para lograrlo, la compañía apuesta por operar en su totalidad con materias primas renovables, como el CO2, la biomasa o el reaprovechamiento de productos que llegan al final de su vida útil, así como el uso de energías renovables para sus plantas, la investigación en nuevas líneas de reciclaje industrial y la promoción de alianzas con todos los actores de la cadena de valor.