La sociedad cada vez es más consciente de las devastadoras consecuencias del cambio climático debido a la emisión de gases de efecto invernadero. Alcanzar cuotas más altas de plásticos reciclados es imprescindible para avanzar hacia los objetivos de circularidad y cero emisiones netas de carbono.
La industria europea de los plásticos, como muestra el informe Plastics The Facts 2022, ha evolucionado positivamente en los últimos años en materia de circularidad y descarbonización: de 2018 a 2021, en Europa, la producción de plásticos reciclados aumentó casi un 20% y la de plásticos bio-basados aumentó un 60%. Además, de 2018 a 2021, en Europa, el uso de plásticos reciclados aumentó un 40%. Sin embargo, para alcanzar los objetivos legislativos (como por ejemplo del Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados o del futuro Reglamento Europeo de Envases y residuos de Envases) o industriales como los de la Circular Plastics Alliance (CPA) se estima que sería necesario duplicar la capacidad actual de reciclaje en Europa.
Para lograr este ambicioso objetivo es fundamental apostar por todas las tecnologías de reciclaje como, por ejemplo, el mecánico, por disolución o el químico. La complementariedad de estas tecnologías es una palanca clave para aumentar la circularidad y neutralidad carbónica. En este contexto, resulta primordial impulsar el reciclado químico, un conjunto de tecnologías innovadoras que permiten descomponer los residuos plásticos en sus componentes básicos y transformarlos en valiosas materias primas secundarias para producir nuevos productos químicos y/o nuevos plásticos. Las empresas miembro de Plastics Europe han anunciado 7200 millones de euros de inversiones en reciclado químico, lo que permitirá poner en el mercado 3 millones de toneladas de plástico reciclado en 2030, contribuyendo así en casi un tercio al cumplimiento del objetivo europeo de la CPA de conseguir 10 millones de toneladas de plásticos reciclados incorporadas en el mercado europeo en 2030.
España también ha anunciado inversiones en esta tecnología que permitirá que se multipliquen por 40 las capacidades de tratamiento de residuos por reciclado químico, alcanzando casi el medio millón de toneladas de residuos tratados mediante esta tecnología en 2025. El país, que podría convertirse en líder en el uso de esta tecnología, ha sido el primero de la Unión Europea en incluir el reciclado químico en un documento legislativo con la puesta en marcha de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer y es necesario que se reconozca, a nivel legal, el balance de masas como metodología para certificar el contenido en material reciclado proveniente del reciclado químico. Este reconocimiento es imprescindible de cara a la aplicación del nuevo impuesto al plástico, que grava los envases no reutilizables, pero que exime al plástico reciclado.