La actual crisis sanitaria supone un reto sin precedentes al que la Industria Química española está respondiendo desde su inicio redoblando su capacidad productiva y dando prioridad en sus plantas de producción a la fabricación de bienes y equipamientos sanitarios, productos farmacéuticos o desinfectantes, necesarios para combatir el COVID-19, así como otros productos de primera necesidad esenciales para la salud y la alimentación con el fin de contribuir a garantizar la continuidad de la cadena de suministro.
Desde el comienzo de la emergencia sanitaria Feique se ha puesto a disposición de las autoridades competentes, colaborando activamente muy en particular con los Ministerios de Industria y de Sanidad, así como con la Agencia Española del Medicamento y otros organismos públicos como la Dirección General de Tráfico, la Dirección General de Aduanas o la Dirección General de Protección Civil y Emergencias con el fin de facilitar y buscar soluciones al suministro de productos críticos y en algunos casos escasos.
Para ello, el sector químico español se ha volcado en reforzar y priorizar determinados sistemas y planes de producción e incluso en readaptar ciertas líneas de negocio para dar respuesta a la elevada demanda -que en algunos casos ha incrementado de manera exponencial- de materiales y productos esenciales para la salud y la alimentación que van desde los gases medicinales como el oxígeno, a los productos farmacéuticos, antisépticos o productos biocidas para la potabilización del agua como el cloro o para la desinfección y limpieza como lejía o agua oxigenada, a las materias plásticas para fabricar jeringuillas, bolsas de suero, respiradores o productos quirúrgicos o para envasar alimentos o polímeros y fibras sintéticas para la fabricación de EPIs, entre otros muchos productos químicos de gran relevancia en esta crisis.
Asimismo, es destacable que muchas empresas que originariamente no se dedicaban a determinadas líneas productivas, han reorientado sus procesos de producción para responder con eficacia al abastecimiento de productos altamente demandados en estos momentos como son los hidrogeles o componentes para los mismos, materiales para la fabricación de respiradores, materiales para componentes de EPIs, entre otros productos, que, en muchos casos han sido donados de manera altruista.
“Debemos estar orgullosos de nuestra industria química, una ciencia que ayuda a hacer un mundo mejor y más sostenible y que, en estos días, más que nunca, los productos que fabrica ayudan a proteger a las personas, dan apoyo al sistema sanitario y aseguran la provisión de alimentos. Éste es un baluarte de nuestra actividad que se ha visto además reforzado por las múltiples donaciones que se han hecho desde muchas empresas del sector químico, una industria que ha sido identificada como esencial para el buen funcionamiento de la sociedad en tiempos de crisis”, ha indicado Carles Navarro, Presidente de Feique.
El sector químico, implicado en la búsqueda constante de soluciones para los retos globales que plantea nuestra sociedad actual, es especialmente activa en la I+D+i, a la que dedica una inversión anual que supera los 3.000 millones de euros. Es, de hecho, el sector industrial que actualmente destina más recursos dedica a esta área, acumulando en sus empresas un 25% de las inversiones que la industria española destina a la I+D+i. También lidera el empleo de personal investigador ya que el 22,5% de los que trabajan en empresas industriales lo hace en una empresa del sector químico.
La Industria química, un sector Estratégico
El sector químico, considerado como sector estratégico en la Ley 8/2011 de 28 de abril por la que se establecen medidas para la protección de infraestructuras críticas, está contribuyendo desde muchos frentes al abastecimiento tanto de productos esenciales relacionados directamente con la pandemia como de otros igualmente básicos para los ciudadanos, tales como:
-Productos para el tratamiento y potabilización del agua como el cloro, que potabiliza el 98% del agua para consumo humano, y otros reactivos para el saneamiento de aguas residuales. En España se fabrican más de 600.000 toneladas anuales de cloro y otros productos para la potabilización y tratamiento del agua.
-Productos destinados a la desinfección, la limpieza y la higiene como los biocidas, alcoholes, agua oxigenada, hipoclorito sódico, tensioactivos o aditivos. El mayor problema se ha centrado en la escasez de los alcoholes necesarios para su fabricación: el etanol y el isopropanol. Sin embargo, gracias a la autorización del uso del bioetanol como alcohol alternativo para la fabricación de geles y productos desinfectantes para manos y superficies -autorización que culminó el pasado 11 de abril-, se podrán destinar 200 millones de litros de alcohol de bioetanol para producir hasta 285 millones de litros de geles hidroalcohólicos y desinfectantes, multiplicando por diez la disponibilidad de alcohol en España para la fabricación de estos productos, lo que llevará a cubrir toda la demanda del mercado nacional.
–Gases medicinales, fundamentales para el correcto funcionamiento de los hospitales y de las unidades de asistencia médica, o los gases industriales para la fabricación de medicamentos y alimentos y para mantener las cadenas de frío y múltiples actividades productivas. En España se fabrican más de 5.000 metros cúbicos de gases medicinales e industriales.
En el caso de los gases medicinales, el oxígeno, para el tratamiento de insuficiencias respiratorias, está siendo clave en el tratamiento del COVID 19 y su producción y demanda ha incrementado de manera exponencial desde el inicio de la emergencia sanitaria.
-Materiales como los polímeros y fibras sintéticas para la fabricación de Equipos de Protección Individual para todos los profesionales expuestos y que van desde las mascarillas o guantes a pantallas protectoras, batas, monos, gafas, calzas etc. Aquí el sector químico ha tenido que afrontar un doble reto: por un lado, dar respuesta a la alta demanda de suministro de estos equipamientos para las actividades sanitarias, y, por otro lado, al suministro propio para la actividad del sector. Para ello, se ha trabajado en estrecha colaboración con el Ministerio de Industria realizando un seguimiento de las EPIs disponibles en el mercado internacional y suministrando la información a las Autoridades de proveedores internacionales y de los especialistas del sector. Asimismo, se ha realizado una evaluación de la disponibilidad de los materiales que suministra la industria química para la fabricación de EPIs, así como de los transformadores de plástico, con el objetivo de asegurar el abastecimiento para las fabricaciones de emergencia.
-Materias primas farmacéuticas y principios activos, esenciales para la fabricación de medicamentos, antibióticos y vacunas. Se ha colaborado con la Agencia Española del Medicamento para evaluar la situación en el mercado de múltiples principios activos y medicamentos de especial relevancia en el tratamiento del COVID 19, identificando a los productores y distribuidores nacionales e internacionales.
Asimismo, hay que destacar que la industria farmaquímica está avanzando, a nivel mundial, en la investigación y hallazgo de una respuesta terapéutica frente al coronavirus COVID-19. De esta forma, están ahora mismo en fase de desarrollo numerosos medicamentos para su tratamiento y hasta 20 vacunas en todo el mundo.
Por otra parte, es necesario resaltar que la contribución del sector químico a la lucha de esta pandemia y al suministro los productos esenciales, no se limita a los productos mencionados. Desde el jabón para lavarnos las manos como primera línea de defensa frente al contagio del coronavirus o cualquier otro microorganismo, hasta los nuevos tratamientos en fase de investigación u otros ya conocidos para otras enfermedades pero que se están aplicando para combatir este virus (es el caso de la hidroxicloroquina, la azitromicina u otros antivirales), todos ellos son desarrollados por la industria química.
-Materias primas plásticas para todo tipo de materiales y aplicaciones sanitarias: guantes, jeringuillas esterilizadas, vendas adhesivas, bolsas de sangre y una amplia lista de materiales de uso sanitario.
-Productos para garantizar el abastecimiento de alimentos, que van desde fertilizantes y agroquímicos para la agricultura a materias plásticas como material idóneo que es para el envasado, puesto que protegen frente a la contaminación y ayudan a impedir que los gérmenes se dispersen en el alimento, garantizando la seguridad de su consumo, o aditivos y conservantes para prolongar su vida útil. También el sector químico fabrica productos para garantizar la sanidad y nutrición animal.
–Tintas de imprimir para los sistemas de etiquetado de productos de primera necesidad.
De esta forma, la industria química está presente en el 96% de las actividades económicas productivas, estando el 40% de su producción destinada al consumidor final. Formado por más de 3.000 empresas y casi 200.000 profesionales en España, el sector químico continuará trabajando, como siempre lo ha hecho y más intensamente, si cabe, en estos momentos, en beneficio de la sociedad.