Desde el comienzo de la pandemia provocada por el Coronavirus, las más de 3.000 empresas que componen la industria de los plásticos están trabajando para dar una respuesta eficaz al abastecimiento de sectores esenciales. Por su transversalidad, se trata de una industria estratégica que da servicio a innumerables actividades productivas de nuestro país.
En este sentido, cabe destacar la reconducción de la producción al sector alimentario y sanitario para abastecer a la población, la priorización en el suministro de utensilios para la alimentación en hospitales y residencias de mayores. Así como para la fabricación de componentes para el abastecimiento de agua potable, suministro de gases medicinales y para la adaptación y construcción urgente de infraestructuras creadas con motivo de la crisis sanitaria.
Asimismo, muchas compañías están haciendo esfuerzos para poner a disposición de las autoridades sanitarias su capacidad de producción y sus conocimientos sobre materiales para diseño, prototipado y fabricación de productos de primera necesidad y alta demanda durante la crisis. Se están fabricación, por ejemplo, equipos de protección individual (EPIs) y se está realizando una importante labor de asesoramiento tecnológico a través de la participación en grupos virtuales de desarrollo de respiradores, pantallas de protección, mascarillas y válvulas, con tecnología de impresión 3D con filamentos plásticos.
También está siendo clave la intensificación de la producción de material sanitario como bolsas estériles para sangre, unidades de drenaje, tubos y catéteres, material intravenoso, guantes de un solo uso y guantes quirúrgicos estériles. Otras empresas del sector han readaptado sus procesos para producir geles hidroalcohólicos que han sido donados a centros sanitarios y hospitalarios, o para fabricar el material necesario para la producción de batas o de respiradores.
Junto a los grandes esfuerzos por adaptar la actividad de la industria de los plásticos, han surgido docenas de iniciativas altruistas no solo por parte de grandes fabricantes sino también desde muchas de las Pymes que componen el sector. Este movimiento solidario ha permitido, por el momento, la donación de material plástico para la fabricación de protecciones de uso sanitario; para las fuerzas de seguridad; así como para la protección de superficies expuestas a patógenos; contenedores de gran capacidad para el transporte de productos desinfectantes; envases de plástico para alcohol sanitario; monos de protección; gel higienizante, o gafas de protección, entre otros.
La plataforma EsPlásticos, reconoce el esfuerzo de las numerosas empresas y de los casi 100.000 trabajadores del sector que han mostrado su disposición a colaborar, adaptando sus planes de producción a las nuevas necesidades.
La prioridad para el sector es contribuir desde sus capacidades a prestar soluciones a las administraciones públicas, profesionales médico-sanitarios, a todos los profesionales al servicio de los intereses colectivos y a la población general.