Nueve grupos de investigación de los cuatro centros de la Universitat Jaume I (UJI) colaboran con estudiantado de tercer curso del Grado en Diseño y Desarrollo de Videojuegos para inspirar la creación de juegos vinculados con varias líneas de investigación en relación con el cambio climático. Esta iniciativa, denominada Good Game, está integrada en el Living Lab Planeta Debug promovido por un grupo interdisciplinario de investigadoras e investigadores que cuenta con la financiación del programa Arte Ciudadano de la Fundación Daniel y Nina Carasso.
El proyecto «Planeta Debug. Videojuegos, conocimiento, serendipia y cocreación en el puzle del cambio climático» –que estará cofinanciado por la universidad pública de Castelló– ha sido diseñado por profesorado de las áreas de Videojuegos y Comunicación Audiovisual con el objetivo de abordar el desafío del calentamiento global y la sostenibilidad mediante los videojuegos y la gamificación. Esta iniciativa pondrá en marcha varias acciones científicas, artísticas y sociales para favorecer cambios sociales y también crear conciencia ciudadana ante los actuales retos ambientales de magnitud local y mundial.
La línea de acción Good Game está centrada en el estudiantado universitario y consiste en que los estudios y experimentos de nueve grupos de investigación sirvan de inspiración para que alumnado de tercer curso del Grado en Diseño y Desarrollo de Videojuegos diseñe juegos que puedan abordar varios retos vinculados con el calentamiento global. Este curso participan en Good Game los profesores Leonor Hernández, del Grupo de Fluidos Multifásicos; Vicent Arbona, del Grupo de Ecofisiología y Biotecnología; Ivan Mora-Seró, del Grupo de Semiconductores Avanzados; Gladys Mínguez, del Grupo de Investigación en Óptica; Vicent Baydal, del Grupo de Historia y Derecho Forales Valencianos; María Ibáñez, del Instituto Universitario de Plagas y Agricultura, Lucia Reig y María José Ruá, del Grupo de Tecnología, Calidad y Sostenibilidad en la Educación; Pedro Sanz, del Laboratorio de Interacción y Sistemas Robóticos y Conrado Martínez, del Grupo Melanogén.
Las asignaturas implicadas son Ingeniería del Software, con los profesores Antonio Morales y Enric Cervera; Arte del Videojuego, con el profesor Diego Díaz, y Diseño Conceptual de Videojuegos, impartida por Emilio Sáez. Paralelamente, también se ha incorporado al proyecto Planeta Debug el profesor Jordi Adell, con la asignatura optativa «Fundamentos para el Diseño de Videojuegos Didácticos», donde el estudiantado de cuarto curso de este grado está ideando juegos sobre cambio climático de tema abierto, es decir, no vinculados con líneas de investigación.
UNA METODOLOGÍA PIONERA
El vicerrector de Investigación y Transferencia Jesús Lancis valora la innovación de la acción Good Game porque «implica un avance importante en la experimentación en nuevos lenguajes y canales para difundir la investigación que se desarrolla en la UJI y, además, en un tema tan prioritario para la ciudadanía y para la UJI como es el cambio climático». De hecho, hace más de dos años se creó el Seminario Interdisciplinario en Investigación en Cambio Climático de la UJI. Además, en palabras de Lancis, «la interacción con el estudiantado del Grado en Diseño y Desarrollo de Videojuegos no solo es muy pionera en el ámbito estatal y europeo, sino que implica el fomento de procesos de cocreación muy interesantes y con resultados que, ciertamente, resultarán muy enriquecedores tanto para la comunidad investigadora como para el alumnado».
Por su parte, el responsable del Proyecto de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana de la UJI, Lluís Martínez, considera que la iniciativa «acerca doblemente la ciencia a la sociedad, para ligar la difusión de la investigación con el ámbito de la creación de videojuegos, y contar con el estudiantado universitario, y para proporcionar, con los productos finales, herramientas lúdicas de divulgación de la ciencia a toda la ciudadanía».
FOMENTO DE LA CREATIVIDAD
Emilio Sáez, también investigador principal de Planeta Debug, argumenta que trabajar por proyectos «siempre ha sido más efectivo para el aprendizaje de disciplinas aplicadas y transversales. En el caso del diseño de videojuegos, poder integrar en un proyecto el diseño a partir de la visión de otras áreas científicas como elemento común de un reto tan amplio e importante como es el cambio climático favorece que los trabajos sean mucho más potentes y fomentamos la creatividad del estudiantado, así como su implicación con los efectos del calentamiento global».
«Incorporar esta forma de trabajo constituye un gran reto tanto para el alumnado como para el profesorado, pero, a la vez, la profundidad del aprendizaje y las implicaciones del trabajo realizado son mucho más amplias. En conjunto, conseguiremos muchos objetivos provechosos, tanto en materia pedagógica, en nuevas maneras de trabajar interdisciplinariamente, como en un bien para la sociedad», añade Sáez.
SOBRE LA FUNDACIÓN DANIEL Y NINA CARASSO
Creada en 2010, en honor a Daniel Carasso, fundador de Danone, y su esposa Nina, la Fundación Daniel y Nina Carasso desarrolla su actividad en Francia y España. Su trabajo consiste en acoger, apoyar, acompañar y conectar a las personas que se atreven a mirar y a construir el mundo de forma diferente en sus dos líneas de trabajo: la Alimentación Sostenible y el Arte Ciudadano. La Fundación Daniel y Nina Carasso es una fundación Grant Maker (exclusivamente financiadora de iniciativas de interés general), de patrimonio familiar, afiliada a la Fondation de France. Es independiente de cualquier sociedad mercantil.